En le marco del Ni Una Menos, se dialogó con mujeres de Chaco, Misiones y Formosa. En tiempos de desmantelamiento y desfinanciación de políticas de género, remarcaron la importancia de la lucha y el abrazo colectivo.
“El NEA siempre está luchando contra la violencia de género. Estos son tiempos que demandan no sólo resistencia, sino articular las luchas”, así inicio la entrevista, en el programa de radio “Las del Nea en Red” por Mega 98.1, a la referente feminista de Misiones, Helena Maidana. Ella, es docente de grado y posgrado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales -UNAM-, hoy jubilada. Además, es corresponsable de la creación de las carreras de Periodismo y Comunicación y, militante por los derechos humanos.
En relación a los diez años del Ni Una Menos, comentó que en esa fecha -3 de junio- hubo un encuentro en la Facultad de Humanidades, organizado por estudiantes, docentes y no docentes. Fue para reflexionar “sobre las violencias, un poco lo que está pasando con el presente Gobierno nacional, de ajuste específicamente para el sector y, el retroceso en materia de derechos”.
Por su parte, los estudiantes de comunicación hicieron volanteada, realizando una forma tradicional de la comunicación política.
“El martes 3 de junio se hizo la marcha, se mantuvo ese formato. Hicimos una concentración en el mástil y se caminó. Recorrimos el Ministerio de Salud, Comisaría de la Mujer y se terminó en la plaza 9 de Julio. Hubo testimonios de Soledad Machuca -víctima de la extrema violencia machista-. Los femicidios no cesan”, comentó.
La referente contó que “las marchas se mantienen sobre todo en estas fechas con tanto sentido político para las mujeres; es una especie de calendario combativo que se fue creando a lo largo del tiempo”. Y, agregó que “estas fechas se sostienen con el cuerpo en la calle, hoy cuesta más”.
Si bien dijo que la marcha no fue multitudinaria, sí destacó que “se mantuvo la diversidad de participantes: mujeres y disidencias, de barrios populares, universitarios, trabajadores de programas que fueron despedidos por el Gobierno nacional, representantes de sindicatos, el partido obrero, grupos de izquierda, entre otros”. Además de las organizaciones y partidos políticos.
Haciendo referencia a la movilización, expresó “es un modo de hacer política, más participativo y radical” y que “son tiempos de resistir”.
“Hay un traspaso generacional. Las pibas están motorizando la lucha. Es una esperanza que haya ese legado”, resaltó.
“El ENIA, que trabajaba en la atención y prevención del embarazo, se desarmó absolutamente. Faltan anticonceptivos en los CAPS -Centros de Atención Primaria de la Salud-. Desmantelaron programas de salud sexual y reproductiva, que funcionaban bastante bien. Todas las acciones del Programa Acompañar están suspendidas, porque al desfinanciar no se pueden implementar. Los femicidios no cesan y, si a eso agregamos políticas de ajustes y desfinanciamiento, nos encontramos con un crecimiento de la violencia económica como las que padecen las mujeres que coordinan comedores”, precisó.
También, hablo de la violencia institucional, “como la criminalización de la protesta y la representación como con dirigentes como Mónica Gurina que está siendo enjuiciada por protestar”.
“Las mujeres están siendo el foco de políticas de hostigamiento y abandono. Hay persecución. La situación exige que aumentemos la protesta. Gracias a las luchas conseguimos muchas mejoras y no se está dispuesto a volver a foja cero. Tenemos que estar juntas, que nos organicemos y pensemos acciones. No dejaremos el fuego combativo y articularemos la lucha con otros sectores”, finalizó.
Esas mujeres que jamás estarían en las calles
Lo que más recuerda del primer Ni una Menos, Soledad Yorg parte de la Colectiva de Formosa, fue que se encontró “con mujeres que jamás pensé que estarían en la calle”.
“Había un hartazgo generalizado. Veíamos todos los días femicidios en las noticias. En estos diez años, mi balance en general es bastante positivo. Formosa dejó de ser una isla o que la nombren solo en notas folclóricas o de color, fuimos noticias por las inmensas movilizaciones que hicimos en esas fechas pero también por la legalización del aborto. Estos años, tenemos más presencia en los juicios, acompañando a familiares de víctimas de femicidios. A la justicia no le gusta ser observada y generamos esa incomodidad”, comentó.
Si bien se describe a ella misma como una persona positiva, dijo que “uno siente que volvimos allá por el 2.000, cuando teníamos que ver cómo nos construíamos en el territorio”. Así también, remarcó que “hay que rescatar que toda lucha sirve” y caracteriza al Ni una Menos como “lucha colectiva y transversal”.
“En estos diez años se pasó de decir crimen pasional a femicidio, se sabe que no es una cuestión individual, pasó a entenderse que es algo cultural y que la violencia de género hay que erradicarla, denunciarla y visualizarla. Este es el ejemplo más claro de uno de los avances, hubo varios. También lo que se hizo con las mujeres periodistas. Todo esto incomoda a los que quieren volver atrás. Pretendieron ridiculizarnos, que nosotras tengamos vergüenza de ser feministas, que nos escondamos. No pudieron”, sentenció.
En cuanto a la marcha, dijo que estuvieron familiares y amigas de Teresita López, “una piba que fue asesinada en su lugar de trabajo, su pareja era policía y ella no quiso antes denunciarlo para no afectarlo”. “Era secretaria de un centro de estética y él le disparó, cuando estaba en el suelo agonizando le dijo: mira lo que me haces hacer”.
Se van rompiendo cercos que imponen
La periodista y militante feminista, ex directora de Radio Nacional, Silvia Villavicencio, habló de la movilización en Chaco y los reclamos de justicia por víctimas de femicidio como Cecilia Strzyzowski.
“En el 2025, en lo que va del año, hubo 5 mujeres asesinadas en Chaco. Nos encontramos en el segundo lugar en cuanto el número en el país”, dijo.
Respecto a su profesión y su carrera, en el marco del Día del Periodista, sostuvo que cree en el “valor de los medios públicos como herramienta con capacidad de construir identidad y sostener el servicio en lugares alejados del centro, es esencial y creo que las nuevas gestiones manifestaron que son un negocio, no ven a la comunicación como un derecho humano”.
“Está difícil la situación, hay medios públicos que fueron desmantelados. Hay otros espacios emergentes como la radio y el streaming. Creo que van trabajando de una manera coordinada para tratar de romper esos cercos que nos imponen. Es difícil el ejercicio de la profesión pero prefiero tener una mirada optimista”, expresó.
Redacción: Clarise Sánchez Soloaga
Foto: Tatiana Ledesma Flores






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