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Merenderos comunitarios: solidaridad y compromiso ciudadano

Dos comedores comunitarios en el corazón de Corrientes, Sembrando Sueños y Piecitos Descalzos, brindan apoyo a cientos de familias en un contexto socioeconómico cada vez más adverso. Ambos espacios, sostenidos principalmente por la solidaridad ciudadana, reflejan el compromiso de sus referentes y voluntarios con el bienestar de la comunidad, enfrentando desafíos como la escasez de donaciones y el creciente número de personas que buscan asistencia.

En primer lugar, «Las del Nea en Red» programa que se emite por radio Mega 98.1, dialogó con Estela Sánchez, responsable del merendero Sembrando Sueños que funciona en el barrio Río Paraná, un espacio comunitario que desde hace más de 25 años da contención, alimentos a decenas de familias.

«Contamos hoy con nuestro merendero en el barrio Río Paraná, pero además, tenemos nuestro salón de usos múltiples donde realizamos talleres de capacitación, clases de apoyo, talleres de arte y reciclado con los chicos una vez a la semana», explicó Estela.

Sembrando Sueños opera con dos sedes: la principal en el barrio Río Paraná, con 25 años de trayectoria, y su filial número uno, Estrella del Mar, en el barrio Tosquera, que lleva más de 10 años funcionando ininterrumpidamente. Aunque reciben donaciones de la Red de Alimento Corrientes y las copas de Leche del Ministerio de Desarrollo Social, Estela recalca que el grueso del trabajo depende de la contribución individual.

En la actualidad, el merendero alimenta diariamente a más de 65 familias, y la cantidad de beneficiarios ha crecido en los últimos meses.

«Hoy por hoy hacemos 100 litros de leche o chocolate. Las familias retiran para consumir en sus casas, sobre todo en esta época de frío», detalló. Además de la merienda, cuando reciben suficientes donaciones, cocinan ollas populares con guisos, arroz con pollo, locro o polenta.

Además, contó que «por ejemplo, en el día del trabajador, hicimos 200 litros de locro. La gente vino a almorzar acá, comieron, repitieron, sobre todo los niños». Las instalaciones cuentan con mesas para recibir a los vecinos pero el objetivo es siempre que el alimento llegue caliente y digno a cada familia.

En los últimos tiempos debido a la crisis económica, la necesidad se ha intensificado. Estela confirmó un incremento en la demanda: “Sí, hay mucha gente nueva, no solamente para la comida sino también para la merienda, gente que antes no venía, gente que digamos capaz que dejó de venir un cierto tiempo, ahora de golpe empezaron de vuelta a ver muchas caras nuevas».

A pesar del esfuerzo constante, hubo una disminución en las donaciones, lo que llevo al merendero a realizar ventas de rifas. «A veces no llegamos. No hay como otros años que teníamos más donaciones. Tal vez, son las mismas personas, pero con menos donaciones por el precio que está todo hoy. Y es entendible», lamentó Estela.

Estela hace una invitación abierta a toda persona o grupo que quiera colaborar: «Las puertas de Sembrando Sueños siempre están abiertas. Quien dona puede venir, compartir, conocer a la gente. Todo se hace con transparencia, amor y compromiso. Lo único que pedimos es que la ayuda siga llegando, porque la necesidad es grande y constante».

PIECITOS DESCALZOS: UN COMEDOR A TODO PULMÓN

Por otro lado, el barrio Punta Taitalo de Corrientes, funciona desde hace 16 años el comedor Piecitos Descalzos, un espacio comunitario que brinda alimento a más de 80 familias. Lejos de contar con apoyo estatal o institucional, este comedor se sostiene exclusivamente gracias a la solidaridad de vecinos y personas comprometidas con su misión.

“Hoy en día asisten más o menos entre ochenta y ochenta y dos familias”, explicó Gisela Álvarez, una de las responsables del comedor. “De esa cantidad, tenemos unos ciento setenta chicos aproximadamente, y el resto son personas adultas mayores que también concurren a retirar la merienda o, cuando se puede, una cena o almuerzo” y confirmó un incremento en la asistencia: «Y la verdad que sí, que en este momento sumaron un poco más las familias».

Gisela explica que Piecitos «nunca se involucró en temas de política, religión ni nada de eso», opera exclusivamente a pulmón. «Todo lo hacemos a través de esas donaciones de la gente, digamos, y con eso nos manejamos», enfatizó Gisela, destacando la independencia del comedor.

Al igual que en Sembrando Sueños, Gisela también ha percibido una disminución en el volumen de las donaciones.

«Y por ahí un descenso, digamos, o sea, tenemos meses y meses, no te voy a mentir. Hay meses que la gente nos colabora un montón, que lo podemos cumplir con una chocolatada, los chicos, un cocido con leche, o si tenemos arroz y leche se le hace un arroz con leche. Y hay días, por ejemplo, que no tenemos nada de nada, y solamente le podemos brindar un cocido solo a los chicos, un cocido negro. Que eso es lo que, por ahí le digo, a mí me duele, porque quisiera alimentar más a los chicos, digamos, con el tema de la leche, todo eso. Tenemos meses y meses, meses lindos y meses medio negativo», expresó conmovida.

Entre los alimentos más necesarios se encuentran la leche, la harina, la grasa y la sal, fundamentales para las tradicionales tortas parrilla. “Para la merienda usamos unos 18 o 20 kilos de harina. También necesitamos carne molida de pollo, puré de tomate, fideos —unos 20 kilos— y verduras para hacer guisos”, detalló Gisela, remarcando que cada donación cuenta.

“También recibimos ropa de abrigo para todas las edades, desde bebés hasta abuelos. Todo es bienvenido, siempre lo digo. Toda ayuda suma un montón en el comedor”, finalizó Gisela con gratitud.

INFORMACIÓN PARA COLABORAR

Si desea colaborar con el Merendero Sembrando Sueños:
Facebook: Sembrando Sueños Río Paraná
Teléfono/WhatsApp: 3794-939777

Para quienes deseen acercar sus donaciones al Comedor Piecitos Descalzos:
Facebook: Comedor Piecitos Descalzos
Instagram: Comedor Piecitos Descalzos
Teléfono/WhatsApp: 3794-520368
Ambas organizaciones reciben donaciones de alimentos (carne, pollo, verduras, fideos, puré de tomate, sal, aceite, leche, harina, grasa, arroz, etc.) y ropa en buen estado para todas las edades.

Cada pequeño aporte ayuda a sostener una red de cuidado y amor que alimenta mucho más que el cuerpo: también alimenta los sueños.

Redacción: Lyale Gimenez Loch

Foto: Gentileza

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