En Las del Nea, se habló con Gabriela Pellegrini, ex editora de género y diversidad de la tv pública de Chaco. Contó el horror que aún debe revivir Jarumi Nishishinya, una artista reconocida de esa provincia.
El caso de Jarumi Nishishinya, una artista chaqueña, sigue conmoviendo a su provincia no solo por horror que pasó desde los tres hasta los cinco años, abuso sexual, si no también por el actuar de la Justicia. Este año, será la quinta vez que pondrán fecha al juicio contra su tío político, Luis Oviedo, y esperan que esta vez no sea suspendido. En cada llamado, hacen revivir lo que sucedió, la revictimización la hizo hasta dudar sí estuvo bien en denunciar al agresor sexual.
Su abusador que con 70 años cumplidos, es muy probablemente que no deba cumplir su condena en una cárcel común. Fue imputado el 8 de julio del 2021, pero los artilugios de la defensa y un proceso judicial burocrático, han dilatado la resolución del calvario de la sobreviviente.
“A los tres años habló con su abuela y a los cinco años con su mamá. En esos años, no digo que ahora no pase, se barría todo debajo de la alfombra. No fue escuchada. Ella lo contó dos veces. Sólo el 1 por ciento de los chicos y chicas abusados puede poner en palabras el abuso y ella lo hizo. También, recuerda que lo hizo a los 13 y 16 años. Sí su familia hubiera actuado, él no hubiera seguido abusando de niños y niñas”, contó a Las del Nea, Gabriela Pellegrini, ex editora de género y diversidad de la tv pública de Chaco.
Hace cuatro años Jarumi espera un juicio. La sobreviviente tiene que revivir el horror cada vez que es convocada. Remover recuerdos.
En una carta abierta, ella cuenta que intenta sobrevivir al horror de haber sido abusada desde los tres hasta los cinco años y al calvario de la familia que la silenció.
“El abuso sexual es como un disparo en el aparato psíquico”, describe y sostiene que el silencio de su familia “favoreció a la impunidad y que él siga abusando de otros niños”.
Además, cuenta que muchas veces se arrepintió de denunciar por la dilación de la Justicia pero que la ayudó la fundación de Rosalía Alvarado y Belén Duet. También sobrevivientes y cuya causa judicial fue la más antigua que se registró por ese delito en Argentina. Amparadas por la Ley de Respeto a los Tiempos de las Víctimas.
La carta abierta, está en proyectobohemia.com
Entrevista: Lyale Giménez Loch






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